miércoles, 16 de noviembre de 2016

Capitana Roja



-Ya lo veo, pero esos no son los planetas-

-¿que?-

-si esos no son, el mapa estelar de Ridick indica que aquí hay uno, no dos-

-Señores preparen naves de ataque y torpedos estelares-

Hombres y mujeres corren por la inmensa nave nodriza despegando en un centenar de naves y preparándo armas para la invasión.

-Capitana Roja somos de la Colonia 45X del vector 8- se escucha una voz por el altavoz en la nave. -le ordenamos que renuncie a su invasión- advierten.

-Es tarde ya llegamos y nos quedaremos con su planeta- expresa con tono amenazantes una mujer sentada en la inmensa sala de la sala de mando de la nave.

De los planetas verdes emerge un campo de fuerza que se convierte en anillos concéntricos brillantes que empiezan a girar en torno a ellos como un campo de fuerza, generando un ruido infernal.

-¡Capitana!, activaron su campo antiaéreo- grita un hombre regordete desde uno de los puestos de computo.

En el rostro de la hermosa mujer se dibuja una sonrisa.

-lo tienen… tiene el arma gravitacional 7, ahora será mí- piensa - Si la llevo al sistema solar magenta me convertirán en su reina y los defenderé de los lagartos estelares para que dejen de seguir devorando nuestros planetas-

-¿Colonia 45X me copia?- habla la Capitana Roja: tengo un negocio para ustedes-

Por Renzo Corredor

martes, 15 de noviembre de 2016

Ella y Yo



¿Y si no fuera ella?, acaso lo puedo saber...no se creo que ya he esperado lo suficiente y espero que me ame tanto como necesito amarla- pensaba mientras la miraba.

-allí viene, mejor me cayo o pensara que soy un hablador sin sentido-

-Hola, me contaron que te gusto…- dice la mujer de vestido rojo ajustado con un bonito escote, rostro iluminado por grandes ojos verdes y un cabello rubio que ondeaba delicado con el viento.

-¿eh… quien... te dijo es… eso…eso?-

-un pajarito me lo conto y también me dijo que llevas años esperándome- ella sonríe

-años… no mi amor, llevo decenios esperando que me mires y seas mía- él se sonroja

-¡Sr. Lopera tome su medicamento!- una mujer robusta vestida de enfermera, lo mira con enojo, mientras le alcanza un vaso de agua y una pastilla grande rosada, en medio de una sala llena de personas mayores.

intento ponerse de pie pero casi cae de la silla de ruedas.

-¿otra vez con sus sueños mojados?- exclamo con burla la enfermera

En esto él mira su pantalón y ella tenia razón, seguía siendo joven al fin y al cabo en su corazón y deseo.


Por Renzo Corredor


viernes, 11 de noviembre de 2016

Planeta 45B



-Ubicación 145 vector Fg45 Andromeda planeta 45B-10 ¿me escuchan?-

Un hombre en medio de la oscuridad de su cuarto grita con emoción a su viejo radio.

-¿Alo? ¿me copian? ¿145 vector? ¿planeta 45B-10 me copian?- su voz empieza a decaer mientras una sensación de tristeza le invade, sus ojos se encharcan, el desespero lo invade explotando en ira, levanta con fuerza la silla del escritorio y lo lanza contra el viejo radio que se rompe en pedazos.

-¡Lo prometieron!-  empieza a llorar.- de repente el cuarto se estremeció con fuerza  y por una de las ventanas empieza a entrar una luz violácea.

-¡No puede ser!- grito con desespero y corrió hacia la ventana, su ojos se abrieron como platos al ver un inmenso sol violeta elevarse en el desértico horizonte.

Baja corriendo las escaleras, -¡malditos, malditos! no puede ser, les dije, les repeti!-
mientras atravesaba la sala se coloco su cachucha vieja roja.

Al salir de la casa pudo verlo con claridad.

No era un sol, eran 5 de diferentes tamaños y tonalidades moradas, mientras la temperatura empezó a subir.

-El cristal no soportará la radiación- una mujer menuda de cabellos oscuros y tes blanca le habla desde el ante jardín mientras esta sentada en una mecedora.

Te lo dije y no me creíste, tus amiguitos grises nos dejarían abandonados en este planeta miserable.

-No puede ser, morir así, que estupidez- el hombre se acerca al cristal mientras acaricia parte del inmenso domo que cubre la casa y un árbol.


Por Renzo Corredor

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Ferrocarril al olvido (parte 2)



Y los días se volvieron años, o eso empece a creer cuando me di cuenta que mi cuerpo ya olía mal, no se si era por las heridas de bala o por que hace rato que no me duchaba.

Y el hombre que me miraba ya se empezó a volver transparente, sus ojos se hundieron en las cuencas y ahora la sonrisa de su calavera limpia como yeso se sigue riendo.

De repente allí estaba, hermosa y silenciosa bajo el sol eterno del medio día, sus torres de cristal en medio del desierto brillaban como diamantes, solo el volcán picudo con sus llamas y una nube negra redonda en la cima las supera.

El tren se detiene y el chillido de los rieles contra la linea férrea me hace estremecer, 

..."he llegado porfín”… una voz muy tenue se pronuncia en mi mente.



jueves, 3 de noviembre de 2016

Ocaso de un dios



Dicen que cuando el dios de aquella época, empezó a debilitarse y ya no pudo ver su reflejo en el lago sagrado arriba en lo alto de las montañas blancas, decidió bajar para ver que pasaba.

Vio sus templos destruidos, llenos de monos y abandonados, las raíces de los arboles gigantes se habían comido las piedras que lo mantenían en pie.

Se sintió triste, sabia que era su final, mientras mas caminaba vio como el resplandor de sus vestimentas se desaparecía y su carne inmortal empezaba a mostrar las heridas de las guerras con otros dioses.

Hasta quedar convertido de nuevo en un humano, vestido con ropas viejas y mohosas, envejecido con una barba blanca y tan larga que le impedía caminar.

De repente vio a un niño que jugaba entre las ruinas, lo llamo y le pregunto:


¿niño, quieres cambiar el mundo?

Por Renzo Corredor

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Pecado



-¡Corran, es el demonio quien viene por sus almas, malditos pecadores!- grita el cura desde la puerta de la vieja iglesia a sus feligreses que no parar de llorar.

-Pero padre ya pedimos perdón, tenemos las rodillas ensangrentadas de tanto orar-
le reclamo una hermosa mujer vestida de negro que subía su falda mas arriba de lo permitido, para mostrarle sus heridas.

-Si mujer puedo ver cuan profundo son tus pecados- exclamo el sacerdote regordete con la cara sudorosa

En eso el cielo se oscureció y empezo a relampaguear. mientras un viento fuerte empezó a silbar como un huracán sobre la gente que estaba en la plaza reunida.

Gritos y aullidos sonaban entre las nubes, mientras unas extrañas sombras con rostros negruzcos y ojos rojizos empezaron a devorar a hombres, mujeres y niños, elevándolos por encima de las ceibas y lanzándolos contra el suelo.

En medio de las nubes un rostro demoniaco emergió con una sonrisa sarcastica, abriendo su inmensa boca clavo sus colmillos sobre los cerros del pueblo para después escupirlo en forma de avalancha de roca y tierra.

-El padre grito tan fuerte que se despertó-

-Amorcito tuviste una pesadilla, una voluptuosa mujer desnuda a su lado lo abraza por la espalda.


-Vistete mujer y sal por la puerta de atrás, no quiero que te vean- le ordeno el cura a la mujer mientras se colocaba los calzoncillos.

Por Renzo Corredor

martes, 1 de noviembre de 2016

Día de muertos



-Enciendes las velas, no puede haber electricidad en la casa, antes de todo dices la oración de los dormidos 3 veces y esperas entre una a dos horas, cuando menos te des cuenta te quedaras dormido y la podrás ver- le explica una mujer vieja vestida de flores y pájaros, maquillada y sonriente.

Y así fue, Natalicio llego a su casa, era de noche y hacia mucho frío.

Abrió la puerta de su pequeña casa en medio de un barrio apretado al sur de la ciudad, bajo los tacos de la casa y se dirigió a la sala para realizar el ritual como lo había indicado Doña Merania.

Al pasar los minutos y después de rezar la oración prende las velas, un frío intenso ha invadido la sala, de su boca salía vapor, pasadas dos horas las velas se apagaron agónicas y una voz se escucho:


-Hola mi amor, ¿cómo estas?- una mujer blanquecina y resplandeciente emerge del suelo con una sonrisa preciosa.

Por Renzo Corredor