martes, 10 de enero de 2017

Eridani B



-¿Donde carajos estoy?- se pregunta un astronauta mientras se retira el casco y nota sangre en el visor.

  • Nave Zeus 1 en orbita me confirman coordenadas y trayecto a la base lunar-
  • ¡¿Houston me copia?!- grita con angustia.

El astronauta teme haberse perdido, lleva mas de 8 horas después de salir de la atmósfera terrestre, pero al quedar inconsciente se da cuenta que esta solo con su nave en la mitad del espacio.

Solo recuerda que después de salir algo impacto la nave pero ésta no reporta daños.

Revisa una vez mas el sistema y  la computadora le indica lo indecible:

  • Ubicación actual Constelación de Eridanus, 10,5 años luz de la tierra.

  • ¡¿Qué?!, ¿cómo viaje tan lejos?..¿Houston me copia?-pero solo escucha estática.

El hombre se desespera, sabia que con la tecnología de su nave era imposible regresar de nuevo a la tierra, le tomaría mas de 360.000 años.

Activa la gravedad y se quita el seguro de su asiento, recorre la nave y verifica que el sistema este conectado y alimentado, pero no encuentra nada extraño, por ultimo grita y patea las paredes sin saber que hacer preguntándose una y otra vez:

-¿como llegue aquí?…¿solo debía llevar suministros a la base lunar y retornar?… ¡solo era un viaje corto!... es el fin… miles de años a mitad del espacio.- llora amargamente. Por ultimo grita con desespero -¡sistema! ¡sistema!

-¿señor? -contesta la computadora
-busca el planeta mas cercano y llévame allí.

...

5 años después, el astronauta ha sobrevivido y puede ver al planeta 51 Eridani B

-Sistema: descubre panel delantero y habilita protector de rayos uv y x - ordena con voz pausada el hombre que ahora camina lento y visiblemente agotado hasta el asiento de pilotaje, al abrirse el panel puede admirar con esperanza un planeta tan grande como Júpiter pero con un océano azul infinito rodeado por decenas de lunas con atmósfera.


Por Renzo Corredor

jueves, 5 de enero de 2017

La Máquina


La máquina esta lista, los niveles de mercurio y de plutonio controlados, todo indica que la abertura será posible.


El laboratorio del Dr. Nil era una bodega vieja en la parte mas olvidada de la ciudad, en caso de estallar solo mataría a unos 200mil miserables entre putas, drogradictos y fiesteros de aquel inframundo.

Se dispuso a encenderla, por fin pondría punto final a 25 años de investigación.

Clic, clic, clic, y queda un botón…-No debí matar a mi ultimo auxiliar- se queja el viejo doctor - su rostro ya muestra las señas de la vejez, pero sus ojos grises siguen tan brillantes como en la juventud.

tic, un botón y un poco de aquí y de allá, la formula esta completa.

La máquina genera un sonido estridente y las burbujas vibran dentro de los tanques.

Se sienta en la pequeña silla roja, dentro del habitáculo de la máquina, rodeado por tubos, químicos fluorescentes y una pantalla con un cursor en blanco.

Se asegura y se coloca el casco.

-Buenas noches doctor- dice la máquina- a llegado el momento. ¿a que dimensión quiere ir?

Por Renzo Corredor

lunes, 2 de enero de 2017

La Caverna



Una pequeña abertura apareció en la inmensa pared.


Me asome con curiosidad y pude ver que dentro había una caverna tan grande como un edificio.


-¿que hay dentro?- me preguntaron los demás.

-dame la linterna- les pedí con emoción.

Al proyectar la luz note que la oscuridad la devoraba y había una profundidad que me sobresalto.

Lance un pedazo del muro  y escuche atenta; uno, dos, tres, cuatro y hasta 15 conté susurrando mientras escuchaba  la piedra retumbar contra las paredes de aquella inmensa caverna, hasta que se perdió su sonido en la inmensa oscuridad.

Costo abrir el orificio pero logramos entrar, un pequeño montículo que salía de la roca nos facilito asegurar las cuerdas en la caverna.

Dispare el arpón hasta la otra cara opuesta y se fijo con fuerza.

Ya con el lazo tensado me dispuse con el equipo a atravesar el oscuro socavón.

Eramos 5 espeleólogos en estas tierras inhóspitas del amazonas buscando en una caverna perdida que ahora nos mostraba ser la puerta a una mas grande todavía.

Un frio helado como un viento débil emergió acariciando nuestros rostros.

-Es como si la caverna nos acariciara-

Después de fijada la cuerda y de espaldas a la oscuridad me moví de pies y manos por la cuerda mientras mi equipo me miraba.

-Natalia quédate quieta! grito uno de ellos desde el borde.
-¿que pasa? pregunte exaltada.
-hay algo espeso flotando… en torno tuyo. ¿ lo vez?
-no lo veo pero lo siento-

Una nube gelatinosa que expedia resplandores violáceos me rodeo, al principio me asuste pero sabia que el miedo en mi profesión es la muerte, ya que si me soltaba caería en el profundo socavón.

Cerré mis ojos fuertemente y continue.
ahora mis brazos se estaban congelando, la forma me rodeo y empezó a apretarme, tanto que sentí que me asfixiada, se sentía pegajosa y fría pero tenia tanta fuerza que me dolía al tacto.

Uno de los hombres armado de mi equipo disparo  generando un eco que estremeció la roca al rededor, haciendo que aquella cosa huyera.

¡Cruza rápido Natalia vienen otro mas grande!

Al escuchar el grito de una de las líderes del equipo, note que desde el fondo muchas manchas flotantes se arrastraban y se movían desde lo profundo, pero mas me aterro ver que sus rostros eran calaveras violetas fluorescentes con inmensos colmillos blanquecinos.

No!!!!! grite con fuerza mientras me devolvía hasta la abertura en la pared.

¡Rapido Natalia tu puedes!.

El equipo empezó a disparar pero ahora eran cientos de aquellas formas negruzcas que formaban una sola, tan grande como el mismo socavón .

Gelatinosa y fria me rodeaban, sentía como mi carne se derretía,el dolor me hizo gritar de nuevo pero ahora entraban sus tentáculos invisibles por mi boca y nariz. 

No soporte mas y grite con mi ultimo aliento.

uuuu…. huyaaaaan….aaannn agghhh

vi los huesos de mis manos y mi cuerpo desaparecer ante la mirada aterrorizada de  mi equipo que ahora se amotinaba en el orificio tratando de escapar.


Por Renzo Corredor

Vida en sintesis

¿Como olvidar que estamos vivos?

la vida es como un dulce dolor que te sabe hacer sentir.


Sentir que te hace falta todo y que al tener todo siempre estarás incompleto, ese incompleto te lleva a querer buscar lo que falta, pero muchas veces eso que buscas no se debe buscar, en otras solo esperando las hayas, pero un muchas: nunca llegarán.

Si descubres que eso que buscas no será encontrado, sabrás que estas vivo y que esa vida será angustia, por saber que vivir es sentir esa necesidad, que al principio es necesidad pero que con el tiempo se pierde, se abandona, se constriñe entre las tripas, para evitar que vuelva el dolor de saber que estamos vivos.

Empieza con una amenaza ante lo establecido, un deseo por irrumpir y crear huella.

Con los días se vuelve un grito acallado y monótono donde el desespero se sintetiza en el deseo de tener: tener casa, tener carro, tener familia... tener para ser.

Con los atardeceres se puede volver en dos formas:
  1. Un eterno silencio ya sea para morir lentamente dentro de tus carnes añorando lo que perdiste o lo que nunca tendrás.
  2. O carcajada descarnada donde dejas de desear lo que nunca tuviste y menos añorar lo ya no volverá, para saber que en el espejo no esta tu enemigo sino tu único compañero, esa piel envejecida que ahora se pudre dulcemente contigo.


La muerte, dolor temporal para quienes te conocieron, pero un recuerdo en ultimas que no pasará de mas de unos pocos años para ser un olvido entre los días futuros.

Por Renzo Corredor