lunes, 2 de enero de 2017

La Caverna



Una pequeña abertura apareció en la inmensa pared.


Me asome con curiosidad y pude ver que dentro había una caverna tan grande como un edificio.


-¿que hay dentro?- me preguntaron los demás.

-dame la linterna- les pedí con emoción.

Al proyectar la luz note que la oscuridad la devoraba y había una profundidad que me sobresalto.

Lance un pedazo del muro  y escuche atenta; uno, dos, tres, cuatro y hasta 15 conté susurrando mientras escuchaba  la piedra retumbar contra las paredes de aquella inmensa caverna, hasta que se perdió su sonido en la inmensa oscuridad.

Costo abrir el orificio pero logramos entrar, un pequeño montículo que salía de la roca nos facilito asegurar las cuerdas en la caverna.

Dispare el arpón hasta la otra cara opuesta y se fijo con fuerza.

Ya con el lazo tensado me dispuse con el equipo a atravesar el oscuro socavón.

Eramos 5 espeleólogos en estas tierras inhóspitas del amazonas buscando en una caverna perdida que ahora nos mostraba ser la puerta a una mas grande todavía.

Un frio helado como un viento débil emergió acariciando nuestros rostros.

-Es como si la caverna nos acariciara-

Después de fijada la cuerda y de espaldas a la oscuridad me moví de pies y manos por la cuerda mientras mi equipo me miraba.

-Natalia quédate quieta! grito uno de ellos desde el borde.
-¿que pasa? pregunte exaltada.
-hay algo espeso flotando… en torno tuyo. ¿ lo vez?
-no lo veo pero lo siento-

Una nube gelatinosa que expedia resplandores violáceos me rodeo, al principio me asuste pero sabia que el miedo en mi profesión es la muerte, ya que si me soltaba caería en el profundo socavón.

Cerré mis ojos fuertemente y continue.
ahora mis brazos se estaban congelando, la forma me rodeo y empezó a apretarme, tanto que sentí que me asfixiada, se sentía pegajosa y fría pero tenia tanta fuerza que me dolía al tacto.

Uno de los hombres armado de mi equipo disparo  generando un eco que estremeció la roca al rededor, haciendo que aquella cosa huyera.

¡Cruza rápido Natalia vienen otro mas grande!

Al escuchar el grito de una de las líderes del equipo, note que desde el fondo muchas manchas flotantes se arrastraban y se movían desde lo profundo, pero mas me aterro ver que sus rostros eran calaveras violetas fluorescentes con inmensos colmillos blanquecinos.

No!!!!! grite con fuerza mientras me devolvía hasta la abertura en la pared.

¡Rapido Natalia tu puedes!.

El equipo empezó a disparar pero ahora eran cientos de aquellas formas negruzcas que formaban una sola, tan grande como el mismo socavón .

Gelatinosa y fria me rodeaban, sentía como mi carne se derretía,el dolor me hizo gritar de nuevo pero ahora entraban sus tentáculos invisibles por mi boca y nariz. 

No soporte mas y grite con mi ultimo aliento.

uuuu…. huyaaaaan….aaannn agghhh

vi los huesos de mis manos y mi cuerpo desaparecer ante la mirada aterrorizada de  mi equipo que ahora se amotinaba en el orificio tratando de escapar.


Por Renzo Corredor

No hay comentarios:

Publicar un comentario